"Me encanta contagiar a las personas mi hiperactividad"

En los tiempos actuales necesitamos dar más de sí, estudiar más, trabajar más, sacarle al día 30 horas. Debemos compaginar el sueño y las necesidades vitales, como comer o ir al baño, con un ritmo de vida estresante.

En muchas ocasiones, estudiantes y trabajadores angustiados por la falta de tiempo material, nos vendemos a sustancias legales que nos permitan dar más de nosotros mismos. Es aquí donde entran las bebidas energéticas como el Red Bull, nuestro entrevistado de hoy, que en ocasiones son acusadas de ser malas para la salud e incluso adictivas.

Periodista: Señor Red Bull, se ha convertido en todo un símbolo de actividad y motivación, ¿se siente identificado con estos adjetivos?

Señor Red Bull: Bueno claro está que soy una sustancia muy activa y que nunca para quieto, me encanta contagiar a las personas mi hiperactividad.

P: ¿Qué opina de aquellos detractores que le consideran perjudicial?

SRB: Esos defensores absurdos de la salud nunca han tenido un día duro e interminable como mis adeptos. Yo soy fuente de energía, doy vida a lo que está deprimido, inyecto actividad a lo inactivo. Yo simplemente soy lo que la gente necesita, sin más.

P: Usted es pura movilidad, ¿no le resulta frustrante estar encerrado en una lata?

SRB: Obviamente que sí, esta latita estirada es como una cárcel para mí, por eso adoro ese puntito de adicción que tengo, siempre hay alguien que necesita liberarme y a mí....eso me da la vida.

P: Pero no sólo es usted una bebida también se ha convertido en escudería de Fórmula 1, ¿como le ha afectado?

SRB: Me ha cambiado la vida, pese a vivir en una lata saber que unos coches que llevan tu nombre y que van a toda velocidad ganando carrera tras carrera me da fuerzas. Es como si yo mismo fuera uno de ellos y corriera a su lado. Es todo un honor y (risas) me ha reportado aun más prestigio, no olvide que soy la bebida energética más vendida del planeta, por algo será.

P: Si no hubiera sido lata de Red Bull le hubiera gustado ser...

SRB: un coche de F1 de mi propia marca, para poder ganar a todos e ir a toda velocidad.