Exámenes festivos

Los alumnos de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid nos encontramos inmersos en la convocatoria de Abril-Mayo de exámenes. Esto no pasaría de ser una absurdo dato del que muchos podríamos quejarnos por errores en la planificación universitaria del calendario, que nos hace tener más de un examen al día o una contundente aglomeración caótica de asignaturas en cuatro días cuando la convocatoria dura tres semanas. Pero no, éste no es nuestro tema.

La verdadera controversia aparece al ser la única universidad pública de nuestra comunidad con pruebas durante esta época y esto deriva en varios problemas. Para empezar al ser exclusivos en estas fechas todo a nuestro alrededor conduce a decaer nuestro ánimo estudiantil. Puentes, Semana Santa y los primeros rayos de sol nos hacen querer quemar folio a folio nuestros apuntes.

Pero el gran problema deriva de los festivos, que más que afectarnos y conducirnos a la ociosidad nos hace encerrarnos en casa a falta de una biblioteca abierta, porque éste sí es el tema. Somos los únicos estudiantes, a partes de los adolescentes de bachillerato, que deben estudiar hasta que se les caigan los ojos y los sitios más preparados para nuestra concentración están cerrados porque “no es periodo de exámenes en Madrid”. Puede pasarse el hecho de que las bibliotecas públicas estén cerradas pero, ¿qué pasa con la biblioteca de mi propia universidad? ¿Por qué una institución me exige el estudio en días festivos cuando ni sus profesores ni sus empleados pisan el recinto? Si es festivo para ellos, ¿para mí también? No, ni para mí ni para mis compañeros es festivo ni Semana Santa, si tuvieran la mitad de ganas de trabajar que yo de aprobar España iría mucho mejor.