Las medidas adoptadas por el Gobierno con la intención de devolver la confianza a los mercados financieros, lo han dejado desierto de cajas de ahorro, las cuales, en una gran mayoría, no alcanzaban a cumplir los requisitos exigidos.
En el año 2007 el número de cajas de ahorro ascendía a 45, mientras que actualmente perviven únicamente siete:
- Unicaja, la cual absorbió Caja Jaén.
- BBK, que compró Cajasur asumiendo fuertes pérdidas.
- IberCaja.
- Kutxa.
- Vital.
- Ontinyent.
- Pollença.
Se trata de entidades situadas entre las más capitalizadas, contando con los ratios de solvencia más altos de la banca española, pero el aprieto en el que se encuentran debido a su pequeño tamaño y a la falta de "compañeros" para fusionarse les colocan en una situación poco agradable.
Algunas de las posibilidades actuales son la fusión entre Unicaja e IberCaja o la unión de las tres cajas vascas. Aún así, la resolución se verá en los próximos meses en los que esperemos que el sistema financiero quede definitivamente configurado.
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