En el momento de la muerte del arquitecto en 1926 sólo se había construido una de las torres y la Fachada del Nacimiento. Actualmente están terminados los portales del Nacimiento y de la Pasión, se ha iniciado el de la Gloria, y están en ejecución las bóvedas interiores.
El templo fue considerado expiatorio desde sus inicios ya que se ha construído a partir de donativos. En palabras del propio Gaudí: “El Templo Expiatorio de la Sagrada Familia lo hace el pueblo y se refleja en él. Es una obra que está en las manos de Dios y en la voluntad del pueblo.”
Durante la Guerra Civil Española se destruyeron la mayor parte de sus esbozos, maquetas y modelos, no quedaron apenas planos ni directrices acerca de cómo debía terminarse el templo. Cuando se reemprendió la construcción del templo en 1944, varios arquitectos tuvieron que definir cómo debían edificar el templo de la forma más fiel a las ideas de Gaudí.
El Templo fue consagrado y declarado Basílica menor el 7 de noviembre de 2010 por el papa Benedicto XVI.
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