La Sagrada Familia II

Gaudí concibió el edificio como si de un bosque se tratase: Un conjunto de columnas arborescentes divididas en diversas ramas para sustentar una estructura de bóvedas de hiperboloides entrelazados, inclinadas y con forma helicoidal de doble giro, como las ramas y troncos de los árboles.

La planta, en forma de cruz latina, tiene el altar mayor sobre la cripta y rodeado de siete capillas, y su superficie edificada de 4.500 m² tendrá capacidad para 14.000 personas. Además posee 18 torres: cuatro en cada una de las tres puertas dedicadas a los 12 Apóstoles, la torre cimborio dedicada a Jesús, cuatro de los evangelistas y sobre el ábside otro cimborio dedicado a la Virgen.

La compleja iconografía que entraña el templo está basada exclusivamente en su condición de templo católico y en el culto religioso, adaptando todos los elementos a los ritos litúrgicos. Es un himno de alabanza a Dios en el que el exterior representa a la Iglesia, a través de los Apóstoles, los evangelistas, la Virgen y Jesús, cuya torre principal simboliza el triunfo de la Iglesia, el interior alude a la Iglesia universal y el crucero a la Jerusalén Celestial, símbolo místico de la paz.

La cripta se compone de siete capillas dedicadas a la Sagrada Familia de Jesús: San José, el Sagrado Corazón, la Inmaculada Concepción, San Joaquín, Santa Ana, San Juan y la capilla de Santa Isabel y San Zacarías, todas dispuestas en forma de rotonda. Frente a ellas se sitúan otras cinco en línea recta: la central dedicada a la Sagrada Familia –que alberga el altar–, flanqueada por las capillas de Nuestra Señora del Carmen (donde está enterrado Gaudí), de Jesucristo, de Nuestra Señora de Montserrat y del Santo Cristo.