Para acceder a él se situará una gran escalinata con una terraza donde se colocará un gran tedero con fuego, en representación de la columna de fuego que guió al pueblo elegido, y un surtidor de agua, con un chorro de 20 metros de altura que se dividirá en cuatro cascadas, simbolizando los ríos del paraíso terrenal y las fuentes de agua viva del Apocalipsis.
Además la escalinata creará un paso subterráneo en la calle Mallorca, que representaría el Infierno y que estará decorado con demonios, cismas y herejías. También figurará el purgatorio y la muerte representada en sepulcros.
El pórtico tendrá siete grandes columnas dedicadas a los siete dones del Espíritu Santo en los cuales aparecerán los siete pecados capitales en la base y en los capiteles las siete virtudes. Asimismo, habrá siete puertas dedicadas a los sacramentos.
Las obras de esta fachada comenzaron en 2002 y avanzan lentamente (únicamente s han situado las puertas de entrada), al igual que el resto del templo expiatorio. ¿Un último deseo? Poder admirar esta genialidad arquitectónica terminada en vida.
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