La obra, de estilo oriental, posee una torre cilíndrica en forma de alminar persa revestida completamente de cerámica. Además, la entrada presenta cuatro columnas con capiteles decorados con pájaros y hojas de palmito similares a los de la Casa Vicens, que se llevó a cabo en paralelo a la residencia de Comillas. En la decoración repite el tema del girasol y cabe destacar el vivo colorido que Gaudí aplicó, al igual que en muchas de sus obras, combinando la cerámica verde con la piedra y el ladrillo en tonos rojos y amarillos.
El edificio fue declarado bien de interés cultural en 1969 y albergó un restaurante desde 1985 hasta 2009. Actualmente pertenece al grupo japonés Mido Development, una muestra más de que el arte de Gaudí traspasa fronteras.
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