¿Dónde estamos? ¿Hasta dónde podremos llegar? Son muchas las incógnitas que nos podemos plantear acerca del futuro del cine en nuestra vida. Pasamos del cine mudo al sonoro, del blanco y negro al color más nítido, de las dos dimensiones a la tan ansiada tercera. ¿Y ahora? Son muchos los que vaticinan que todo tiene un límite, que cuando se llegue a un máximo volveremos al principio. Sin embargo, aún queda mucho por explorar y ya nos hacemos eco de la cuarta dimensión, afectando ésta al sentido del olfato y del tacto.
La cuestión no es si será posible, sino toda la infraestructura que tendrá que llevarse a cabo, adaptaciones de cine y demás, en pocas palabras, todo el dinero que habrá invertir para obtener estas nuevas sensaciones.
¿A qué huele tu actor o actriz favorita? Quizá con esta nueva dimensión que está germinándose seamos capaces de ponerle una fragancia, pero la cuestión es, ¿nos gustará?
Demos paso pues a nuevas sensaciones, abrámonos a nuevos campos… ¿y después? Posiblemente en un futuro no tan lejano, seamos los propios protagonistas de las películas, interactuaremos con los actores o actrices ¿por qué no? Ya lo dijo Alejandro Jodorowsky, artista chileno: "Las cosas más grandes y más imposibles que imaginé, con la paciencia del tiempo se han ido haciendo reales".
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