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miércoles, 28 de septiembre de 2011

"Si no fuera vaso sería un tubo de óleo”


El tarro de Nocilla se reencarna en vaso para toda su eternidad. Primero, nos brinda uno de los alimentos más deliciosos y típicos de nuestra infancia, después se recicla para acompañarnos media vida.

Resistentes, comunes y estáticos, el paso del tiempo no les afecta. Su básico diseño a veces es decorado por algún diseñador con renombre o por algún famosillo. Sirven de recipiente con su tapa roja de plástico, ideales para el congelador, nos ayudan a pintar con acuarelas o, simplemente, nos dan de beber.


Periodista: ¿Pensó alguna vez, cuando era un mero contenedor de alimentos, que llegaría a tener las múltiples utilidades que ahora tiene?
Vaso de Nocilla: (Risas) Bueno de inicio no pero estamos fabricados de un material muy resistente y somos reciclables, ¿por qué tirarnos si podemos dar muchos otros servicios?

P: De todas las utilidades que en la actualidad se le dan como vaso de agua, vaso de las medicinas, vaso de congelador, vaso de acuarela, etc, ¿cuál es la que prefiere?
VdN: Adoro ser vaso de acuarela. Soy un vaso muy creativo, me gusta mucho el arte, en especial la pintura. Cuando la tinta se mezcla con el agua que contengo es algo estupendo. Realmente disfruto mucho.
P: ¿Qué prefiere: su vida como contenedor de Nocilla o la actual?
VdN: Contener Nocilla es algo que te hace especial. La gente te desea, les vuelves locos, pero eso tiene fecha de caducidad. Mi vida actual es muy gratificante, nunca estoy aburrido.
P: ¿Qué opina sobre la tendencia de marketing que les brinda nuevos decorados de manos de personajes renombrados?
VdN: No cabe duda de que, como estrategia de marketing, nos reporta beneficios. Pero desde el punto de vista de un vaso de Nocilla tradicional, como yo, creo que nuestro éxito reside en nuestro formato simple. A mí, personalmente, no me gustan los nuevos diseños.
P: Si no hubiera sido vaso de Nocilla le habría gustado ser...
VdN: Un tubo de óleo, sin duda.

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