La comunidad virtual más conocida y utilizada mundialmente está hasta en la sopa. Facebook, una aplicación que te permite buscar a tus amigos de la infancia, contactar con tus familiares que residen en el extranjero o simplemente mandar mensajes gratuitos a tus compañeros de clase y amigos, es en definitiva, una maravilla de la tecnología y la informática, una genialidad del ser humano.
Algunas personas se atreven a asegurar que este tipo de inventos nos deshumanizan, corroen las comunicaciones intrapersonales y que acabaran con las conversaciones cara a cara. Me resulta gracioso ver como la mayoría de las personas que realizan estas acusaciones no conocen realmente el funcionamiento de las redes sociales ni se han atrevido a utilizarlas. Los jóvenes no dejamos de salir por estar conectados, sino que quedamos a través de Internet para salir más tarde, nos ahorramos dinero en la factura del móvil o subimos las fotos de nuestras fiestas y excursiones. Facebook no es un sustituto, sino un complemento, un complemento en nuestra vida social, un complemento que nos ayuda a mantener nuestras amistades y a crear nuevas.
Pero si hay algo que destacaría de este estupendo invento son los grupos, una aplicación que nos permite unirnos a otras personas que comparten nuestros mismos gustos, pero sobre todo, un entretenimiento muy divertido que está plagado de ideas geniales, de chistes, de obviedades, de tonterías que siempre nos sacan una sonrisa.
Habitantes del mundo, Facebook está de moda.
No saber qué ponerte y dejar la habitación peor que Bershka en rebajas.