Tras una larga noche de cafeína y trabajo bajo presión, decides enviarte el proyecto en el que has invertido las últimas semanas a tu cuenta de Gmail, con la intención de imprimirlo esa misma mañana. Pero...¡sorpresa! No puedes acceder a tu correo electrónico, no reconoce tu nombre de usuario ni tu contraseña. ¿Qué está ocurriendo? Por fin consigues entrar, descubriendo que todos tus emails han sido borrados, entre ellos el trabajo que tenías que entregar esa misma mañana y que aunque lo conserves en tu ordenador de sobremesa, tu saturado horario no te permite volver a casa a rescatarlo.
Así es como probablemente se habrán sentido los 150.000 usuarios de Gmail´, según engadget.com, que han sido afectados por este "error fatal" de la compañía Google y que han justificado aludiendo a un horrible virus informático. La multinacional ha asegurado que "el equipo de ingenieros está trabajando lo más rápido posible para que todo vuelva a la normalidad cuanto antes".
Al hilo de todo esto cabe preguntarse qué seguridad tenemos en Internet, hasta qué punto llega nuestra privacidad o a qué webs podemos confiar nuestros datos personales. No es el primer error de este tipo, ni será el último: Allá por mayo de 2010 otro virus informático atacó Facebook permitiendo que sus usuarios pudieran leer las conversaciones que mantenían sus amistades con terceros.
Muy queridos lectores nuestros, tengan cuidado con Internet, que puede desvelar sus más oscuros secretos, aunque nunca esté de más enterarse de los del vecino.
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