Estamos en semana de selecciones, esto es, el mundo del fútbol aparca la lucha por la liga, los dires y diretes y todo se centra en nuestra selección, la campeona del mundo, que ha de pasar la fase de clasificación para la Eurocopa 2012 midiéndose a selecciones de menor categoría.
Hasta aquí todo correcto, el problema viene con nuestro próximo rival: Lituania. Ese pequeño país ex-sovíetico que no es fan incondicional del rey del deporte en España, razón por la cual sus campos de fútbol se parecen más a tierras en barbecho esperando a ser sembradas que a campos de fútbol para partidos internacionales.
¿Y qué pasa por qué el césped tenga poco de verde y más de marrón? Las consecuencias de que nuestros internacionales jueguen en tales condiciones es que se dejarán allí las piernas, que el balón no corre sino que vota como un conejo y que nuestro estilo de juego de toque quedará ampliamente mermado. Una clara ventaja para los lituanos, motivo por le que su federación ni siquiera contempla anular el partido. Veremos cuál es la opinión de la FIFA al respecto y las lesiones derivadas del juego en un campo poco apropiado para los divinos pies de nuestros campeones del mundo.
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